REFUGIADOS DE LA TORMENTA IDA EN SAN CAYETANO

Pasados cinco años de la tragedia por la tormenta Ida, se evidencia aun personas sufriendo los estragos provocados por el fennmeno natural.
Habrá que preguntarse por que no sufren este tipo de tragedias las personas que tienen mejores condiciones economicas, ¿será acaso que solo los marginados o los que carecen de recursos pasan estas inclemencias? es logico pensar entonces que las mismas condiciones economica o de pobreza obliga a las personas a ubicarse en zonas alto riesgo y las ubica en los margenes de la sociedad.
Si bien es cierto que la Tormenta Ida desnudó la realidad de pobreza y miseria que vive nuestra gente, tambien es cierto que se puso en evidencia la falta de sensibilidad humana que tienene los que ostentan un puesto publico, manifestado en la falta de voluntad de ayudar a los que sufren, y lo mas lamentable es que esta falta de sensibilidad social no se da entre el Pudiente y el pobre si no entre iguales, entre personas de un mismo pueblo, y que solo les divide un velo ideologico.
Ante esta situacion que se está dando en el Municipio de San Cayetano por cierto inhumana, la Parroquia de El Calvario liderado por el Parroco Edy Platero, han realizado actividades de acompañamiento y de obras sociales con los albergados siendo esta una si no la unica en brindarles apoyo.

El Comité Monseñor Romero de san Vicente preocupados por esta situacion de injusticia y a ejemplo de nuesto Pastor Mons. Romero de estar y sentir el dolor del pobre está gestionado ayuda para darles a los albergados una vivienda digna ya que es a la alcadia de dicho Municipio el encargado de hacerlo, pero manifiestan indiferencia y apatia , y es que es mas facil ignorar el dolor del projimo que ayudarle por que esto implica una desicion consiente que sale de lo que uno tiene en el corazon.
Hago referencia a un escritor Salvadoreño Alberto Masferrer en su obra Minimun vital, que dice textualmente:

"Así, la satisfacción plena de nuestras necesidades primordiales, es la base y la condición perenne de la vida y de la salud. Asegurarla "para todos", no puede ser el interés restringido de una casta, de una clase social, de un grupo de privilegiados, sino el interés supremo de la Nación entera, puesto que ella extrae todas sus eficiencias de la salud, de la fuerza, del equilibrio, de la alegría y del valor de todos sus hijos."